Categoría: Ejemplos internacionales

Jubilares participa en Costa Rica en el I Congreso Nacional de Ciudades y Comunidades amigables con las personas mayores

El Centro Nacional de Convenciones de Costa Rica, junto a la capital, San José, es el lugar elegido para que se desarrolle el I Congreso Nacional de Ciudades y Comunidades amigables con las Personas Mayores, durante los días 19 y 20 de octubre de 2022, organizado por el Ministerio de Salud de Costa Rica, el Instituro de Fomento y Asesoría Municipal, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), la Fundación Yamuni Tabush, la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias y la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional.

El objetivo principal del Congreso es facilitar el intercambio de experiencias y el desarrollo de acciones asertivas en las ciudades y comunidades amigables con las Personas Mayores de Costa Rica, un concepto que la Organización Mundial de la Salud promueve, y que en España está liderado a través del Imserso

Para ello, dentro del elenco de exposiciones que se van a desarrollar, han contado con la presencia de Javier del Monte, coordinador de proyectos de Jubilares que hablará de la ‘Vivienda colaborativa como estrategia promotora del envejecimiento saludable’, en la que podrá hablar de Senior Cohousing, del proyecto Comunidades de Cuidados o de los diferentes apoyos técnicos que la Asociación lleva a cabo con diferentes ayuntamientos dentro del marco de Ciudades Amigables con las personas mayores.

Entre los paneles que van a poder escuchar las personas que participan en el Congreso, podemos destacar la presentación de la Guía de Buenas Prácticas regionales ‘Vamos a lograrlo’ que traen Marcela Bustamante y Valentina Pardo desde Colombia o, también desde España, la presentación que va a llevar a cabo el alcalde de Coslada, Ángel Viveros, que hablará sobre ‘Implementación de Ciudades Amigables con las Personas Mayores en Coslada’, donde Jubilares también participó en la asistencia técnica para el desarrollo del Diagnóstico y Plan de Acción de la ciudad. La ciudad madrileña está muy relacionada con Costa Rica pues también lleva adelante el Proyecto ‘Ciudades que Cuidan: Tibás y Coslada’ un proyecto de aprendizaje conjunto, alianza a favor de las gobernanzas participativas centradas en la inclusión social, entre el Ayuntamiento de Coslada y la Municipalidad de Tibás (Costa Rica). Se trata de un programa cofinanciado por la Unión Europea en el que también participa Jubilares como parte del Grupo Cooperativo Tangente.

Una experiencia internacional para poder llevar a cada vez más personas alternativas para el desarrollo de su vida según sus deseos y necesidades, con el apoyo de la comunidad que cuida.

Del primer cohousing en Dinamarca a la lucha contra el aislamiento social en Massachussets (Ejemplos Internacionales XVI)

El reportaje de PBS NewsHour que hemos subtitulado al español nos muestra el ambiente de Saettedammen, el primer Cohousing de Dinamarca, de principios de los 70, y Rocky Hill, un Cohousing en Massachussets, inaugurado en 2006.

Ambas comunidades están conformadas por personas de todas las edades, que viven en 27 y 28 unidades residenciales, respectivamente. Comparten un modelo de tenencia similar y muchos valores y objetivos comunes, como la solidaridad intergeneracional, la búsqueda de autonomía personal, la necesidad de empatía para llegar a acuerdos con los demás, el mutualismo comuntario, el apoyo social en la vida cotidiana (como una «familia extensa»), una forma de «envejecer en casa» y prevenir el aislamiento social y la soledad no deseada…

Mira el vídeo «El Cohousing previene la soledad no deseada» (Duración: 8’44»):

Saettedammen

«En 1967, Bodil Graae escribió una crónica en Politiken con el nombre «Los niños deben tener cien padres». Aquí, alentó a las personas que podrían estar interesadas en formar una comunidad en el hogar a comunicarse con ella, como muchos lo hicieron. «

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Comunidad Saettedammen, primer cohousing en Dinamarca

En 1972, 70 personas se convirtieron en la primera comunidad de residencia de Dinamarca, sí, la primera del mundo. Cuentan con una gran área común y una casa común, donde organizan fiestas, comen juntas.

Se organizan en dos entidades sin ánimo de lucro: la de propietarias y una de carácter público.

Sætedammen se encuentra en Ny Hammersholt, a 3 km de Hillerød ya 5 km de Allerød. Aquí se puede descargar el libro que editaron para el 25º aniversario (en danés).

Comida común cohousing

Comida común en el cohousing Saettedammen, Dinamarca

Rocky Hill

Qué mejor para descubrir qué es el cohousing que leer los compromisos de esta comunidad de Rocking Hill:

  • Apoyar y cuidar a cada miembro de la comunidad, desde niños a mayores, y tratándonos con amabilidad, compasión y respeto.
  • Acoger a personas de diversas identidades, como raza, etnia, espiritualidad, edad, capacidad, orientación sexual, identidad de género, composición familiar y estatus socioeconómico.
  • Construir relaciones y conexiones a través de interacciones diarias, comidas comunitarias, actividades, celebraciones, rituales, trabajo y ayuda mutua.
  • Criar hijos juntos en comunidad.
  • Un proceso de toma de decisiones que genera consenso al solicitar y valorar las opiniones de todos, asegurar que todos sean escuchados y que se traduzcan en decisiones que todos puedan aceptar vivir.
  • Resolver conflictos a través de una comunicación honesta, directa y respetuosa.
  • Prestar atención, tiempo y trabajo a nosotros mismos, a nuestras familias y hogares, a nuestra comunidad en Rocky Hill, a la comunidad en general y al mundo.
  • Mejorar nuestra administración colectiva e individual de la tierra y minimizando nuestro impacto en el planeta.
  • Crear y mantener un ambiente emocional y físico que fomente y apoye la preocupación y el bienestar mutuos.

Más vídeos en nuestro canal de Youtube Jubilares.

Ejemplos internacionales (XV): “Una buena vida. Toda la vida”. Copenhague

Publicado el 23-06-2017 en Seniors Vida Sostenible. Agradecemos a Prudencio López y su grupo la amabilidad de compartir su experiencia en nuestro blog: 

Lejerbo senior

Una buena vida. Tomado de www.lejerbo.dk

Nos pidieron nuestros admirados amigos de Jubilares compartir un artículo sobre la experiencia recogida en este viaje a Copenhague por tres de las personas que trabajamos desde SeniorsVidaSostenible para hacer realidad la Vivienda Colaborativa en nuestra zona levantina.

Sentimos que lo aprendido en estos días en esta una de las ciudades más felices del mundo, ha catapultado con fuerza hacia la realidad nuestros más altos sueños sobre lo que es posible hacer con nuestra condición humana cuando enfocamos hacia la vida con autonomía entre amigos afines, nuestra mejor intención.

A través de Thomas, nuestro amable casero danés, seguimos indagando sobre la práctica real de soluciones Cohousing en la Ciudad, y decidimos dirigirnos por cercanía desde el centro hacia soluciones urbanas, dado nuestro interés prioritario en esta primera visita en conocer este tipo de construcción en edificio,integrado en el modo de vida de la Ciudad.
Con esperanza de hallar algo verdaderamente útil y con temor de tener que afrontar tal vez una decepción cuando el sueño se desvanece topando con la cruda realidad, resolvimos ir primero a la calle Folehaven, 1 donde se nos indicaba en la web Aeldresagen -“las consecuencias del envejecimiento”, traducido al castellano , que encontraríamos del número 1 al 99 algunas soluciones Cohousing.
Al llegar al uno, nos pareció que aquello se asemejaba más a un típico edificio pequeño de unas quince viviendas, de ladrillo visto, como los que conocemos en nuestro país, eso sí, con muchas bicicletas en los aledaños. Preguntamos a un hombre que entraba a uno de los edificios, y en nuestro inglés básico le preguntamos si allí había algo parecido a una comunidad Cohousing. Lo único que supo decirnos es que siguiéramos más adelante, que algo de eso había… Nos quedamos fríos, temiendo encontrarnos con una sucesión de similares edificios sin más.

Hasta llegar a unos cientos de metros al cruce con la calle Druehaven, que era la otra referencia cercana que teníamos en este barrio llamado Valby, ubicado entre otros dentro del casco urbano.

Nos llamó la atención que en el número 39 de esta calle el edificio tenía un ascensor en la misma fachada, y unas ventanas en una planta baja que mostraban un interior diáfano que se sumergía en un semisótano.

Pasaba en ese momento una señora con rostro amable, que por la dirección de sus pasos entendimos iba al coche aparcado allí cerca, donde había un hombre de una edad madura esperándola.
Nos decidimos a preguntarle si era vecina de por allí y al confirmarnos que sí y constatar su amabilidad, nos decidimos a preguntarle con detalle. Esta es una esencia de la rica información que compartió con nosotros :
Ella vivía de forma continua allí desde hacía veinticinco años ya, y confiaba seguir estando hasta el final de sus días.
Estaba muy contenta, porque además de sentirse más segura por el apoyo de su vecindario y los sistemas de vigilancia habilitados, sentía que tenía todo lo que ella podría necesitar, incluyendo un pequeño supermercado y algunas tiendas para usos cotidianos dentro de la amplia zona de pequeños edificios de unas diez a 18 viviendas cada uno, que en forma de cuadrado perimetral con un amplio jardín abierto a la calle enmedio les permitían vivir con una sensación de amplitud y cuidado mútuo.

Nos señaló que en el número 39 de la calle Druehaven, justo detrás de nosotros, ese edificio era específicamente destinado a persona mayores, con acceso tanto por escalera como ascensor desde el exterior. En ese instante en el que nos hablaba, al dirigir nuestra mirada hacia él, vimos salir del ascensor una señora mayor con su bicicleta en mano.

 

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Detrás de este había otro con similares proporciones, especialmente creado para personas con discapacidades. Y dos calles más en sentido contrario estaba el edificio creado para atender a personas con alta dependencia y que precisaban, sin necesidad de llevarlas al hospital, de una asistencia sanitaria externa, además de los cuidados propios de sus semejantes.
En total se habían creado unas mil viviendas, a lo largo de todo un barrio.
Nos explicó, con alegría por nuestra parte al escucharlo, que cada unidad familiar pagaba una mensualidad pactada a forma de alquiler y que en caso de dejar la vivienda, la comunidad se quedaba con tres mensualidades entregadas anteriormente para gastos de adecuación de la vivienda al nuevo inquilino. Y que si querían, podían continuar así viviendo hasta que lo precisaran. Esto llevado a cabo por 3B.dk, una compañía privada con más de 12.000 viviendas similares en Copenhague, además de las que siguen haciendo nuevas.
Cuando, agradeciéndole su valiosa información, decidió seguir su camino, nos quedamos Antonio, Lola y yo en silencio, haciendo la primera digestión de esta a nuestro criterio muy valiosa información.
Lo siguiente fué acercarnos a las ventanas del bajo semisótano para comprobar que en su disposición había una amplia sala de convivencia, su cocina y su patio común,y otras dependencias que se deducían cobijarían otros servicios del colectivo.
Comprobamos igualmente al visitar el conjunto de la zona que disponían también de unos anejos destinados a amplios trasteros.
Allí se respiraba armonía y la sensación de las personas con que nos cruzábamos, una buena parte ya en alguna de sus etapas de madurez, rezumaba bienestar.
Sintiendo que aquello superaba nuestra expectativa, fuimos paseando hasta el pequeño conjunto de tiendas afincadas dentro del barrio, para entrar atraídos por su ambiente, en la destinada a comerciar con objetos de
segunda  mano,pensada para que la gente del barrio pueda comprar o vender cosas de su uso cotidiano, ya que muchas personas mayores han perdido poder adquisitivo, y hay además también gente parada…
El minimercado, un salón de estética, una pizzería y un tienda de herramientas de jardinería y otros completaban la vida del lugar, además de una oficina de correos y un cajero automático.
Llegamos andando hasta la zona del edificio de cuidados intensivos, constatando que estaba compuesto por pequeña habitaciones con un pasillo común, con la mayoría de sus  puertas abiertas y personal sanitario circulando entre ellas.
Al lado, en otro edificio, un lugar de reunión donde se veian unas decenas de personas mayores reunidas. Nos pareció que era uno de los lugares para compartirlo en común entre todos los mayores, con su parte interna y externa también.
Un poco más allá, y antes de llegar al extremo de la calle, un colegio y una biblioteca, que daban servicio a los niños y jóvenes que también habitaban aquella tan especial zona de convivencia.
Para nosotros, la imagen más emblemática es constatar la cantidad de personas con autonomía, ya bien mayores, por sus calles.  Esto justifica, a nuestro juicio, el importante esfuerzo a realizar para hacerlo también realidad en nuestro entorno.
Nos volvíamos convencidos que esto es también es posible en nuestra tierra, en nuestra cultura, aún conscientes de las dificultades propias de una mentalidad predominante en la mayoría, por los años de vida basada en un único modelo unifamiliar, convertidas estas viviendas con el tiempo para muchas personas maduras en lugares llenos de recuerdos y ya carentes de vida renovada para su etapa actual.
Para nosotros, el mensaje es evidente :
Es posible. Es útil. Y es necesario para quien así lo requiera.
Se trata de crear una buena vida. Toda la vida.

Modelos ante el reto del cohousing

Hemos mencionado en diversas ocasiones las características que definen el modelo residencial que en el ámbito internacional se viene a llamar cohousing. Resumimos de nuevo aquí:

  • Autopromovido, de iniciativa y diseño del grupo.
  • Diseño intencional para favorecer la relación vecinal
  • Zonas comunes significativas, extensión de las viviendas (no de gestión externa)
  • Autogestionado, con organización colaborativa de las tareas comunes (comisiones)
  • No hay jerarquías,  y los papeles se reparten de forma natural
  • La economía es privada, y las viviendas cuentan con todos los elementos que aseguran la independencia de los residentes

La definición es empírica. Se obtiene a partir de los cientos de experiencias de éxito, que parecen mantener esas condiciones comunes. No obstante, sería ingenuo suponer que se trata de invariantes absolutamente estáticos y sin gradación. Existen escalas de participación y grados de compromiso o responsabilidad que asumen: algunas personas / todas las residentes / el grupo embrionario / las personas facilitadoras… ¿Hasta qué punto es previsible el éxito o fracaso de las iniciativas según esos grados de implicación? Un interesante artículo de Joanna Williams del año 2008 presentaba un cuadro análogo al que aquí reconstruimos, en el que agrupa tres modelos (podríamos decir tendencias) para el desarrollo de iniciativas de cohousing:

Modelos desarrollo cohousing y jubilares

Reelaboración a partir de Tabla I en Williams, J., Predicting an American future for cohousing. En Futures 40 (2008) 268-286. Marcamos en verde el esquema en el que creemos desde Jubilares.

En todos los casos las personas residentes se hallan comprometidas en el desarrollo (antes y/o después) de la comunidad. Recordemos que la autogestión es característica básica del cohousing.

Liderado por residentes

El primero de los modelos involucra a las personas residentes tanto en los procesos de creación de comunidad como en los más operativos de construcción del complejo. Los residentes cargan con los costes y riesgos financieros asociados al proyecto. Por supuesto contratan servicios profesionales y los dirigen. Esto implica experiencia y alto grado de compromiso. Se trata del modelo que logra una mayor cohesión del grupo y con ella, mayor apoyo social, etc. No obstante, hay que destacar sus complicaciones:

  • Dificultad para los diversos compromisos
  • Dificultades financieras
  • Necesidad de una alta experiencia técnica y de gestión
  • Dificultades para competir con promotores en la obtención de suelo
  • Momentos de zozobra y duda. Bloqueo. Sensación de estar reinventando la rueda.

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Trabensol (en Torremocha del Jarama) es iniciativa desarrollada exclusivamente por las personas residentes. Han tenido que lidiar mil batallas durante casi 14 años para lograr su sueño. El premio: una comunidad fuertemente cohesionada

Enfoque especulativo. El promotor

Es debido a esta serie de obstáculos por lo que surgen otros modelos: el especulativo (el desarrollado principalmente por un promotor) es el más ágil para el desarrollo de un producto inmobiliario. Pero ¿es eso lo que se quiere lograr? Diversos estudios (ej. Williams o Durrett) demuestran que «el enfoque especulativo puede encontrar grandes dificultades para el establecimiento de comunidades cohesionadas». En España comienzan a surgir «promotoras de cohousing» y es importante que se tenga en cuenta este hecho: la cesión de responsabilidad ligada a la falta de implicación durante el desarrollo no facilita que a posteriori se logre el objetivo de cohesión, de mutualismo comunitario, de resiliencia… posiblemente deseado por las personas que pretenden vivir en cohousing.

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El error de Mariendalsvej, en Copenhague, fue del Fondo que promovía la inciativa, al no implicar de manera suficiente a los residentes. Así, la comunidad desapareció antes de comenzar a vivir en el complejo (Charles Durrett, en «El Manual del Senior Cohousing»)

La figura de promotor no necesariamente ha de ser una empresa ajena al grupo embrionario. En ocasiones se trata de alguno de los miembros del mismo. En ese caso es importante tomar conciencia del papel que juega cada una de las personas implicadas en el proceso (por ej. promotor que sólo pone el suelo, o financia, o… pero no tiene mayor peso en otras fases del proceso), y trabajar especialmente por el empoderamiento de todas y lograr un plano de igualdad en la toma de decisiones. Así nos acercaríamos al óptimo «modelo asociativo»:

Modelo asociativo

Como se puede observar en el cuadro de Williams, este modelo intermedio permite que una entidad o persona promotora / facilitadora tenga mayor protagonismo en diversas etapas (las de tipo técnico o de gestión) al tiempo que mantiene el liderazgo de las residentes en todo el proceso. Aquí existen muchas formas de colaboración. En algunos países la Administración es clave pues puede ayudar en la obtención del suelo o en la financiación parcial del proyecto. En otros casos se revelan como una figura interesante la de «promotores sin ánimo de lucro», que asumen riesgos de la promoción al tiempo que asumen las aportaciones que la comunidad decide en asamblea.

Reunión Jubilares

En un jubilar, el grupo de residentes es el protagonista durante todo el proceso.

Organizaciones como nuestra asociación Jubilares u otras como Cohousing Verde, ofrecen cooperación en tareas de facilitación o de gestión (por ejemplo en la intermediación con otras entidades públicas, bancarias, etc.), y sin embargo no restan el protagonismo que creemos ha de desarrollar el grupo de personas para lograr (más aún cuando hablamos de senior cohousing) herramientas de vida colaborativa, fundamentales para un envejecimiento con éxito (autonomía, participación, seguridad, salud…). En nuestro caso no podría ser de otra manera pues son las comunidades de jubilares las socias de nuestra entidad sin ánimo de lucro. La caja de herramientas que se ofrece al grupo motor incluye métodos participativos de planificación del proceso o diseño arquitectónico o de estrategias para la atención a la dependencia, una gran red de personas y organizaciones con las que colaborar, investigación, difusión y ayuda en la ampliación del grupo, trabajo de facilitación con métodos participativos para la cohesión de comunidad…

20 razones para apostar por el Cohousing

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Charles Durrett este jueves en CEAPAT (Madrid)

Si no pudiste asistir a la jornada «Cohousing: Autonomía y Participación en la creación de alternativas residenciales», merece la pena ver el vídeo con la grabación íntegra de la misma, que aquí dejamos. Cada intervención dura menos de 30 minutos, salvo la de Charles Durrett, que tuvo la oportunidad de explicar durante algo más de tiempo su vasta experiencia de investigación del modelo en Europa, de creación de comunidades de Cohousing en EEUU (más de 50), y también su propia y rica experiencia de vida en ellos. Además de las personas expertas en Cohousing y Atención Integral y Centrada en la Persona de la mesa, durante el debate final intervinieron otras más de veinte personas que aportaron nuevos y diversos puntos de vista. No hay desperdicio. Como adelanto, dejamos 20 sencillas ideas expresadas a lo largo de esta intensa mañana:

  • El Cohousing son 6 características imprescindibles: iniciativa y diseño propio, intencional para la vida comunitaria; zonas comunes amplias y según modelo hogar; autogestión; sin jerarquía; con economía y vida privada (Miguel Ángel Mira)
  • Cohousing es co-cuidado: «Las comunidades de cohousing son lugares para el soporte mutuo«. «Margaret no se siente bien. Voy a llevarle una sopa de pollo» (Charles Durrett)
  • Cohousing es oportunidad e ilusión: «Quiero que los próximos 50 años sean más divertidos que los 50 primeros» (Charles Durrett)
  • El Cohousing no solo ahorra energía (Durrett mostró incluso su factura de la luz), sino sobre todo «impresiona por la energía que crea«
  • Envejecimiento activo y ejercicio efectivo de los derechos. El Cohousing viene a lograr al fin el necesario equilibrio entre libertad/dignidad (participación) y seguridad/salud. (Pilar Rodríguez)
  • El Cohousing aporta verdadera autonomía: «Nosotros somos los autores de nuestra propia vida» (residente de Trabensol)
  • También equilibra comunidad y privacidad: «Tanta privacidad como quieras, tanta comunidad como quieras» (Charles Durrett)
  • Cohousing es proyecto de futuro. «Autogestiona tu futuro» (Aurora Moreno, Residencial Santa Clara). Y es que «vivimos de proyectos, no de recuerdos» (Jaime Moreno, Trabensol)
  • Cohousing sí es tu vivienda, tu hogar. A diferencia de otros modelos residenciales, como Profuturo que «no es una alternativa a la vivienda, ésta es irreemplazable» (Felipe Martín, Profuturo)
  • El Cohousing transmite un legado. «Puedo dejar algo, una mejora para la sociedad…» (Miguel Ángel Mira, Jubilares)
  • Algo más que amistad. Espíritu juvenil. Compartimos valores éticos (Tony Pons, de Córdoba)
  • Cohousing puede ser continuidad de cuidados, y diversidad. Viviendas para toda la vida. Y más, «viviendas para todas las vidas» (madre de persona con autismo)
  • El cohousing permite el desarrollo de capacidades, diseñar actividades desde las necesidades personales, conductas autónomas a partir de vivencias sentidas (Gonzalo Berzosa, Escuela de Familia y Discapacidad de Fundación Mapfre).
  • «Todos alegres» (Alicia, Trabensol)
  • Cohousing es sostenibilidad. «Ahorraría hasta el 70% del gasto de los estados» (Charles Durrett)
  • El Cohousing tiene método.  «La participación requiere método» (Javier del Monte, Jubilares). Aquí la clave está en la construcción del grupo (Cristina, trabajadora en la ONCE). Y ahora, gracias a las más de 90 personas que de una forma u otra han hecho posible su edición, tenemos traducido al español «El Manual del Senior Cohousing», del mismo Charles Durrett.
  • Gonzalo Berzosa finalmente marcó tres poderosas razones para el Cohousing: identidad, vínculos, proyectos. «¿Por qué entonces no nos apuntamos a ello?»

La pregunta queda abierta. En Jubilares estamos convencidos de que la clave es el actual desconocimiento del modelo. Por eso es tan importante su difusión. En todo caso al final del debate de la jornada se dieron muchas más razones. Te animamos a escribir las tuyas (o cualquier comentario) al final de este post. Muchas gracias.

Puedes ver las intervenciones a partir del minuto en que aparecen, pinchando en cada uno de los enlaces de abajo:

Gracias a IMSERSO, CEAPAT, las más de 170 personas que estuvimos juntas en la sala, las más de 90 que han ayudado a hacer posible «El Manual del Senior Cohousing», a las decenas que vieron el debate en streaming… Poco a poco entre todos vamos dando a conocer y faciltando la creación de este tipo de comunidades en las que vivir como realmente deseamos, junto a nuestras amigas y amigos, compartiendo vida(s).

Aquí el «Manual de Senior Cohousing». ¡Gracias!

Hoy lunes 13 de julio, a las 18,00h finaliza la campaña de crowdfunding (financiación colectiva) de uno de nuestros proyectos colaborativos en que hemos destinado mcuho esfuerzo e ilusión en los últimos tiempos: la traducción y edición en español del libro más influyente sobre este modelo residencial (y estilo de vida en comunidad):  el Manual de Senior Cohousing de Charles Durrett. Este arquitecto americano fue quien recogió la experiencia danesa y logró reformular los principios y plasmar el método que garantiza el éxito de un concepto que bautizó como «cohousing». Desde entonces, con uno u otro nombre, se han constituido cientos de comunidades  en todo el mundo. Traducir el libro al español, en palabras de su autor, era «una deuda pendiente».

Gracias, especialmente a entidades como Fundación Pilares, Matia Fundazioa, Sostre Cívic, Serpentina Senior, Living Cohousing, Cohousing Verde, Lledó, AV Creation…, y otras más de sesenta personas u organizaciones,  el proyecto sí saldrá a la luz en septiembre. La traducción y maquetación está siendo realizada por voluntarios de Jubilares, y la edición corre a cargo de Dykinson.

Agradecemos el esfuerzo a todas las personas que habéis participado en ello (¡y las que lo haréis, que aún estáis a tiempo!). Nos iremos poniendo en contacto con vosotras para haceros entrega de las recompensas: libros, marcapáginas, workshop con Charles Durrett…

Aquí el proyecto: vkm.is/manualseniorcohousing

Manual Senior Cohousing - Jubilares

¡Estamos trabajando ya la maquetación de las 400 páginas del libro!

La presentación del libro se realizará el 24 de septiembre en la sede del CEAPAT, de IMSERSO. En una completa jornada sobre Senior Cohousing que contará con la presencia del mismo Charles Durrett, podremos conocer cómo los principios de la Autonomía personal y la Participación se emplean de forma efectiva para la generación de alternativas residenciales como el “cohousing” para personas mayores y otros colectivos vulnerables, coherente con el paradigma de Atención Integral y Centrada en la Persona. La jornada servirá para  presentar, frente a un enfoque de modelo arquitectónico residencial, una visión del cohousing como proyecto integral que genera un estilo de vida autónomo y de inclusión en la comunidad, a partir de un inusual trabajo de participación directa de las personas implicadas en todo momento.

Seguiremos informando de esto y mucho más.

¡Feliz verano!

Ejemplos Internacionales (XIV): cohousing y discapacidad intelectual

Comenzamos el post recordando, como hemos hecho ya en otras ocasiones, ese artículo 9 de la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, que insta a que éstas “puedan vivir de forma independiente y participar en todos los aspectos de la vida (…)”. El modelo cohousing, que garantiza tanto vida privada, comunitaria y vida pública, es una vía para esas familias que desean una igualdad de oportunidades, autonomía  e inclusión social para sus hijos e hijas con síndrome de Down, autismo o algún otro tipo de discapacidad intelectual. Pocas iniciativas existen aún, pero sí alguna. Creemos que se puede aprender mucho de ellas:

Villaggio Godega (Italia). El proyecto Cohousing 4Autism

Según la Fundación promotora del proyecto, Fundazione Oltre il Labirinto Onlus4Autism Cohousing es «la mejor manera de garantizar la seguridad y el bienestar de los adultos con autismo», porque viven y trabajan en un área estructurada y adecuada, y participan en la vida de la comunidad en plena inclusión: en su barrio, comarca…

Oltre il labirinto onlus«Los adultos con autismo tendrán la privacidad de su propio hogar y la seguridad proporcionada por el cohousing y por la proximidad de las familias y el personal y voluntarios de la comunidad que los rodea».

En el diseño del proyecto sus promotores han pensado alejar instalaciones residenciales, laborales y de ocio lo suficiente como para alentarles a trasladarse de un lugar a otro y evitar precisamente la formación de un gueto. Para ello se involucra toda la comunidad, mediante actividades de trabajo territoriales donde se encuentran familias, niños, trabajadores y voluntarios. La idea es crear una especie de «pueblo extendido», en línea con el concepto de cohousing. La principal innovación de este proyecto, único en Europa, es esa doble participación de familias y comunidad entera.

Se eligió el modelo «granja» para lograr más posibilidades de éxito que en un contexto urbano, en términos de durabilidad y diseño, seguridad y tranquilidad. Se logrará mayor nivel de autoestima en la ejecución de obras agrícolas o rurales, mayor integración de relaciones sociales y de trabajo con otras personas, más sostenibilidad económica, mejor aprovechamientod de la «cadena de valor» social, con reducidos costes sociales. En la actualidad se están construyendo aún instalaciones y edificios del complejo. Aquí dejamos una pequeña muestra del ambiente de colaboración y amistad que ya es una realidad:

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Breda (Holanda). Fundacion 2×7 y discapacidad intelectual

Hace unos días (gracias al blog La Ciudad Viva, y su post sobre Iniciativas Bottom-up en Holanda), conocimos de otra solución residencial con apoyo comunitario, para personas con discapacidad: la desarrollada por la Fundación 2×7 en Breda, Holanda. Se trata de un complejo autopromovido por 14 parejas que tenían algún hijo o hija con discapacidad intelectual. La Fundación se creó para el desarrollo de viviendas asequibles, que debían servir a familias de clase media, y que querían ofrecer una vida lo más independiente posible para sus hijos. Para ello se construyeron 14 viviendas de uso privativo, con zonas comunes en planta baja donde desarrollar actividades de socialización e inclusión social.

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Según los principios que se enuncian en la web de 2×7, el apoyo profesional se ofrece solo a partir de donde no llega la propia capacidad personal: cocinar, limpieza o vestirse pueden ser algunas de las actividades que requieren ayuda. Los profesionales estimulan el encuentro entre residentes, para evitar el aislamiento, y trabajan de forma personalizada con cada uno de ellos. La empresa Prisma finalmente está llevando a cabo esta labor de atención, con la contratación de asistentes personales para cada residente, elegidos con el acuerdo conjunto de empresa y padres.

Para el desarrollo de la idea fue clave la visión de Remert Honig, uno de los padres implicados y al tiempo contribuidor principal en lo económico. El coste del edificio (unos 270.000 € por vivienda) se ha ido sufragando principalmente mediante donaciones privadas y el esfuerzo de los miembros de la Fundación sin ánimo de lucro.

A diferencia de muchas otras iniciativas de viviendas asistidas para personas con discapacidad, la novedad fue la búsqueda de la absoluta privacidad de cada uno de los residentes (con viviendas completas), y la implicación personal de madres y padres en el desarrollo de los cuidados y la vida de los chavales.

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Así, desde septiembre de 2007, cada residente vive alquilado en la vivienda completa de 51m2 (un dormitorio, baño, cocina, estar y trastero) y además contrata los servicios de la empresa comentada. Las zonas comunes incluyen habitaciones de invitados, salones de recreo (billar y futbolín), de estar (TV, juego, comida…), sala de lavado, estar para supervisores, y dos cocinas, para hacer la comida con ayuda profesional si es preciso.

El modelo nos parece interesante puesto que aunque no se trate propiamente de un cohousing, sí asume los mismos principios de autonomía, soporte comunitario, atención centrada en la persona, autopromoción y autogestión (en este caso por parte de las familias)…

Alternativas de viviendas. Escuela de Bienestar

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Gonzalo Berzosa, director de la Escuela de Bienestar, en una de las sesiones de formación

La Escuela de Bienestar de la Fundación Mapfre trabaja en la difusión de una idea clave, que suscribimos: Las personas con discapacidad son ciudadanos titulares de derechos, participativos y responsables, que asumen la dirección total y completa de su vida personal y social. Asimismo realiza una labor educativa y de apoyo a las familias, desde iniciativas como la creación de Contenidos Formativos, que plantean conocimientos sobre temas relacionados con la discapacidad intelectual y añaden ejercicios, reflexiones y actividades para saber actuar en la vida cotidiana generando una comunicación positiva, un clima emocional cálido,  que posibilite autonomía y vida independiente en las personas con discapacidad intelectual.

La Asociación Jubilares ha tenido el honor de participar en el desarrollo de uno de los capítulos,  «Alternativas de viviendas», cuyo enlace dejamos aquí. El objetivo de los nuevos modelos residenciales, los de la llamada «5ª generación», de «desinstitucionalización» con vistas a un nuevo modelo con «apoyos basados en la comunidad» habrá un día de llegar. Entonces será imprescindible la implicación de la administración y del conjunto de la sociedad, como colectivo de personas todas corresponsables de las demás. Mientras, seguiremos desarrollando proyectos de pequeñas comunidades tipo cohousing (jubilar), donde personas o colectivos vulnerables puedan vivir de forma autónoma y verdaderamente incluidas en una comunidad más amplia, alejadas de la institucionalización o el gueto.

Ejemplos Internacionales (XIII): WindSong. Cohousing es «co-diseño»

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El éxito de un interesante proceso de diseño participativo: este agradable atrio…

WindSong Cohousing cumplirá el año que viene sus dos décadas de vida. Se trata de una comunidad intencional de tipo intergeneracional, construida en el distrito de Langley, en British Columbia, Canadá. Contiene 34 unidades residenciales y zonas comunes para el desarrollo de actividades comunales.

La parcela medía más de 20.000m2. Era la última porción de un típico suburbio residencial construido en los 70-80, proveniente de una enorme granja que tras un siglo de vida hubo de subdividirse. Abajo vemos cómo son los alrededores de Windsong: el modelo residencial es principalmente el de vivienda aislada, rodeada de zona verde de uso privado. Los futuros habitantes de WindSong decidieron, sin embargo, acercarse entre sí y compartir entre otras cosas, entre ellas, ese gran espacio al aire libre que el resto de habitantes del suburbio apenas usan:

Windsong-emplazamiento

El proceso de diseño, según los arquitectos que desarrollaron este trabajo, se divide en tres fases. Son las que forman parte del llamado «taller 2. Diseño participativo». En la primera fase se establece la implantación en el lugar (a la que nos referiremos en este artículo), la segunda implica el diseño de la casa común, y finalmente en una tercera sesión se diseñan las propias viviendas. Dos condiciones son imprescindibles para que el proceso de diseño participativo sea fructífero: las decisiones, consensuadas, han de mantenerse. Es necesario «ir cerrrando» temas. Por eso el orden en la toma de decisiones es clave. Por eso es imprescindible un método.

Implantación

El grupo decide, con la ayuda del equipo de arquitectura (que advierte o aconseja sobre temas técnicos) acerca de cada uno de los condicionantes de proyecto. Algunos son impuestos desde fuera (como por ejemplo, la obligación inicial de construir tan solo 1/3 de la parcela), otras son decididas por la comunidad:

  • ¿Todos con la misma orientación?
  • ¿O preferimos una relación de equidad con la casa común?
  • ¿Cuántas y dónde situamos las plazas de aparcamiento? ¿Qué relación con el espacio de bienvenida, con la casa común, con las viviendas de uso privativo…?

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windsong preliminar nueva línea

Diseño preliminar, al que hemos superpuesto el límite definitivo de la zona verde. Planos obtenidos en Hanson, C. «The Cohousing Handbook. Buliding a place for community»

El esquema de implantación inicialmente aprobado fue el de una calle con dos hileras de viviendas, adosadas en grupos de tres y cuatro de ellas para abaratar la edificación. La hilera giraba hacia la calle de acceso principal, de forma que permitía hacer sitio al parking, en una situación cercana a la casa común, dejando una pequeña plaza en el centro del complejo. Un esquema que tuvo que verse finalmente desechado puesto que el Ministerio de Medio Ambiente impuso una inesperada condición: la línea que delimitaba la zona verde habría de dejar tan solo 1/4 de la parcela para edificar en ella. En el dibujo lateral hemos superpuesto esta condición al diseño supuestamente definitivo…

El trabajo en equipo continuó y, salvando las principales decisiones que ya se habían ido completando anteriormente, se hubo de hacer frente a nuevos retos. El sobrecoste de enterrar el garaje (medio millón de dólares) se tuvo que hacer frente, por ejemplo, dejando las habitaciones de invitados sin acabar.

La calle central se sustituyó por un espacio más apretado, cubierto por una cristalera. El resultado es el de este impresionante atrio, el primer techo de cristal en una comunidad tipo cohousing en Norteamérica. Posteriormente se ha convertido en referente arquitectónico para zonas como esta con clima frío y húmedo. La calle es luminosa y confortable, lugar privilegiado para la estancia y juego de niños.

Casa común

Windsong cohousing

Los elementos vegetales, el colorido de las paredes recientemente pintadas y la luz son los elementos que llenan de vida el atrio de WindSong

Segundo punto de los talleres de diseño. En este caso hay una calle cubierta que conforma una especial «casa común». No obstante, se añadieron en un edificio central las imprescindibles áreas interiores de uso comunal para cohousing, y alguna más:

  • Cocina común, con posibilidad de cocinar más de uno a la vez
  • Comedor – sala de reuniones (con capacidad para el 60-70% de los habitantes + invitados)
  • Juego de niños, conectado visualmente (no acústicamente) con la zona anterior
  • Pequeñas salitas de trabajo o estancia
  • Otras, como taller de dibujo, habitación de invitados, etc.

La ubicación de estos espacios en relación con el conjunto no tenía mucha duda: la posición había de ser central, y además procurar que el paso hacia el exterior se realizara por ese área (para siempre favorecer la vida comunitaria). Este condicionante, como vimos arriba, fue clave para la solución formal del conjunto.

Viviendas

La última fase en el co-diseño es el que aborda la vivienda privada. Es conveniente consensuar ciertos límites y dejar que el equipo de arquitectura encaje las soluciones con un número limitado de posibilidades. La estandarización es, evidentemente, la mejor fórmula para lograr un diseño eficiente. Al mismo tiempo se debe evitar cualquier efecto de monotonía (especialmente importante es esto para los jubilares, o senior cohousing). Se trata de emplear recursos arquitectónicos que conocen los técnicos y han de avalar todos los miembros del grupo. Las ideas se ponen en común, como se hizo en WindSong, se valora económicamente la unidad (y con ella, la participación en la financiación del proyecto) y se terminan de decidir los detalles.

El trabajo de co-diseño por parte del grupo requiere de una entrega generosa y desperjuiciada por parte de todos sus integrantes. Las decisiones las toma el grupo. Se cierran objetivos de forma secuencial. El técnico facilitador (en este caso, era el arquitecto Charles Durret) ayuda a plantear preguntas, allana los problemas técnicos que podrían bloquear el proceso de diseño, modera la discusión, aporta información adicional para que todos puedan enfrentarse a los condicionantes y llegar a donde querían ellos.

En la asociación Jubilares heredamos el conocimiento acumulado en décadas de estas personas facilitadoras, y seguimos sumando con cada grupo que comienza a trabajar en uno de estos proyectos. Proponemos un método de participación, creamos red, acompañamos… Co-diseñar es sencillo si tenemos un objetivo, un método y lo hacemos entre amigos.

Ejemplo Internacional (XII): «Retrofit Cohousing». Partir de lo existente

Mariposa Grove

El concepto del «retrofit cohousing» es tan sencillo como este: un grupo de viviendas ya existente se organiza para derribar cercas, compartir los espacios intersticiales para crear una nueva «comunidad intencional» (cohousing). Quizá requiera construir algún edificio nuevo, o tan solo rehabilitar lo existente (una nave industrial, una granja o, como veremos a continuación, una manzana de un suburbio residencial). La formulación es sencilla, pero comprendemos que no tanto su implementación: implica el acuerdo previo entre propietarios. ¿Es eso posible?

Pues bien, cinco familias de Oakland (California) sí se pusieron de acuerdo en 1999, para crear la comunidad  de Temescal Creek, donde hoy viven ya 30 personas en 11 unidades familiares.

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Comunidad Temescal Creek. Foto: Andrea Kissack

Bastaron las cinco viviendas para hacer germinar una pequeña comunidad que, tras construir una casa común (cocina, comedor, baño, lavandería) incorporó otras cuatro construcciones.

Se organizan en dos comisiones, aunque la mayoría de las decisiones se toman por todo el grupo (con un mínimo del 80% de los votos). Hay dos alquilados. En su dinámica habitual, tienen encuentros todos los meses y cenas juntos dos veces por semana.

Entre sus espacios comunes cuentan con pista de baloncesto, espacio para cría de gallinas y conejos, o columpios para los 6 niños.

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No es el único caso. En la misma ciudad, Mariposa Grove Cohousing está formado por 6 viviendas, una casa común y otra que se alquila para vivienda, oficina y zona común. Como equipo humano, se gobierna mediante fórmulas de consenso (salvo un voto) y al tiempo forma parte de una asociación más amplia (gobernada con mayorías de 2/3). Creen en la permacultura como una forma de vida sostenible y así han diseñado su pequeño huerto y granja de gallinas, reciclan las aguas grises y fabrican el compost para sus plantas.

Se autodefine como una comunidad intencional, un «asentamiento urbano que apoya la sostenibilidad, el activismo en justicia social, la creatividad y las artes». Han creado, según sus propias palabras, un «espacio físico y social donde compartimos recuros y responsabilidades, crecemos juntos y servimos de soporte mutuo para lograr nuestros sueños personales al tiempo que proveemos de un modelo para la comunidad más amplia de la que formamos parte».

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Mariposa grove puzzlesSus palabras son un buen resumen de los principios por los que trabajamos en la asociación Jubilares. Garantizar la intimidad en el espacio privado, integrado en una comunidad dentro de una comunidad más amplia es clave para el desarrollo infantil, la vida adulta y un verdadero envejecimiento activo.

El llamado «retrofit cohousing» es una excelente forma de rehabilitar espacios suburbiales diseñados, como se ha hecho en las últimas décadas en nuestro país, con objetivos casi exclusivamente especulativos. En el libro coordinado por Zaida Muxí «Postsuburbia» se proponían soluciones descritas muy gráficamente:

Promoción de vivienda cooperativa y cohousing. Ilustración de Hernan Lleida Ruiz para "Postsuburbia" (2013, Ed. Comanegra)

Promoción de vivienda cooperativa y cohousing. Ilustración de Hernan Lleida Ruiz para «Postsuburbia» (2013, Ed. Comanegra)

¿Es posible poner de acuerdo a propietarios de vivienda para compartir sus propios espacios interticiales? ¿Se puede adquirir entre varias familias un conjunto residencial ya existente? Nosotros creemos que sí, sabemos que es posible porque otros lo han hecho, y porque conocemos y queremos compartir esas herramientas necesarias, de gestión y diseño participativo, para lograr ese sueño (el de cada persona, no impuesto desde fuera), viviendo incluida en una comunidad.

Una realidad internacional

Desde nuestro entorno a menudo hablar de Senior Cohousing, o de Cohousing en general produce un efecto de utopía, de idea bonita pero irrealizable. Sin embargo estamos hablando de algo mucho más sencillo, ensayado y comprobado durante décadas.

Cartel en francés del día internacional de la vida en comunidadComo ya adelantamos en nuestra entrada acerca de la asociación holandesa LVGO, el próximo sábado 17 de mayo se celebra el «día internacional de la vida en comunidad» (enlace en holandés). Organizado anualmente por la Federación Nacional de Cohousing Holandesa (FGW),  este año tiene como tema central la ecología. La FGW abarca una variedad de comunidades, desde lo que aquí conocemos como ecoaldeas hasta cohousing urbanos, senior cohousing y «casas de cocina central», para sumar más de 700 comunidades sólo en Holanda.

Un total de 121 comunidades celebrarán una jornada de puertas abiertas con el objetivo principal de estrechar relaciones con su entorno social. Como ya hemos mencionado repetidamente, un cohousing no es un lugar cerrado ni endogámico, sino que se enriquece con la interacción con el barrio y la población en la que se sitúa. Esta jornada es para ellos una oportunidad para darse a conocer, mostrar su funcionamiento y encontrar oportunidades de interés mutuo (posibles actividades a realizar, acuerdos de colaboración con todo tipo de entidades, potenciales interesados en incorporarse a las comunidades, etc).

Mapa comunidades BeneluxLa mayoría de las comunidades participantes son de Holanda (67) a las que se suman las belgas (43) a través de las asociaciones Samenhuizen y Habitat Groupé Valonia  y, como novedad de esta edición, las francesas (11) a trvés de Habitat Groupé Francia. Se pueden localizar todas ellas en este mapa.

En los modelos de vida comunitarios siempre se produce un efecto de aumento de capacidades: acordando medidas en conjunto entre los vecinos el potencial de actuación individual se amplifica, teniendo acceso a una mayor variedad de actividades y de mayor calado que las que podría acometer cada uno por separado. El aspecto de la ecología no es una excepción: medidas como huertos comunitarios en el jardín o la cubierta común, implementación de instalaciones de energías renovables o estrategias como los coches compartidos, programas de reciclaje o ahorro energético resultan mucho más sencillas, accesibles y eficaces cuando se abordan en conjunto.

Aprovechemos la celebración de este día para asomarnos y comprobar que no estamos hablando de «ideas bonitas», sino de realidades sensatas y fáciles de realizar, si sabemos aprovechar todo el conocimiento acumulado.